miércoles, 17 de septiembre de 2014

ELEMENTOS DEL GÉNERO LÍRICO


La poesía lírica no pretende relatar una historia sino que trata más bien de ser un vehículo para la expresión de los sentimientos subjetivos del autor. En su origen, la poesía lírica iba asociada al canto, es decir, tenía un acompañamiento musical. En la actualidad, cuando hablamos de poesía nos referimos a la poesía lírica, ya que la épica apenas tiene desarrollo. Los poemas líricos son breves y suelen agruparse formando libros.
Aun cuando todos los lectores reconocen sin dificultad el género poético, paradójicamente, resulta difícil definir con precisión la poesía. Cada poeta parece tener una idea distinta de lo que es su arte, y de hecho la reflexión sobre la poesía es el tema de muchos poemas. Quizás esta aparente falta de acuerdo tenga que ver con el carácter fuertemente subjetivo, personal, de la expresión poética.
Normalmente la poesía está escrita en verso y, por lo tanto, el ritmo y la musicalidad tienen una especial relevancia. A partir del siglo XIX, aparece también el poema en prosa, de modo que el verso deja de ser un rasgo definitorio. En cualquier caso, en el poema los elementos que proporcionan un ritmo suelen ser muy importantes. Además de ritmo, en las obras poéticas encontramos una gran concentración de recursos expresivos, ya que la atención que el autor concede a la forma es extrema.
La temática de la poesía es también variada, pero suele predominar el mundo interior del autor, sus sentimientos, su concepción del mundo. El amor, correspondido o rechazado, el dolor ante la muerte, el sentimiento por el paso del tiempo, la exaltación ante la belleza de la naturaleza son temas líricos universales.

Características del lenguaje poético

Estamos demasiado acostumbrados a identificar verso y lírica. No obstante, la lírica como género literario se caracteriza por la expresión íntima del yo y no por las formas utilizadas o la extensión de las mismas; es cierto que la producción lírica que conocemos, en su mayor parte, aparece escrita en verso y que sus composiciones no son de gran extensión, pero estas características no son exclusivas. Podemos encontrar el verso usado en producciones dramáticas (de hecho ése es su origen y en determinadas épocas ha sido un rasgo distintivo del género) o en obras de tipo narrativo (la epopeya, por ejemplo).
Algo similar ocurre con la extensión de las obras líricas. A menudo percibimos las creaciones líricas como obritas de corta extensión (en comparación con la narrativa o el teatro) con una gran concentración de artificios retóricos y estructuras muy meditadas por sus autores, que representan una perfecta simbiosis entre forma y contenido. Ello no quiere decir que en un relato, por ejemplo, no podamos encontrar las mismas características.
También puedes encontrar muchos artificios retóricos en el lenguaje publicitario, que en esta ocasión pretende ser muy original para cumplir la función que se le supone: atraer la atención del público, del receptor del mensaje, sobre el producto.

Lírica y verso

Desde los orígenes del género las composiciones líricas se caracterizan por su ritmo; de hecho el propio nombre lírica proviene del término griego lira, instrumento musical con el que se acompañaban las composiciones de ese tipo, cuyo contenido era de lo más variado y no coincidía con lo que hoy conocemos por lírica.
La métrica será la disciplina que se ocupe de estudio del verso, de la estrofa y del poema. El poema es la realidad rítmica máxima, superior a la estrofa; la estrofa constituye un periodo rítmico constituido por versos y el verso, es una palabra o conjunto de ellas que se someten a medida o cadencia.
Al verso se le reconocen efectos musicales. El ritmo hace referencia a una especial ordenación de los elementos que constituyen la cadena hablada.  Pero, mientras en la comunicación ordinaria esos elementos se organizan de manera libre, asimétrica e irregular - y es lo que conocemos como prosa-, en poesía, el verso se somete a determinada estructuración. 

Los versos se clasifican de muy diversas maneras:

a) Por el acento final. Según su terminación, sea ésta una palabra aguda, llana,  esdrújula o sobresdrújula, recibirá distintas denominaciones:  oxítono, paroxítono o proparoxítono.
b) Por el ritmo acentual. El verso español tiene su acento estrófico en la penúltima sílaba. Si los acentos tienden a recaer en las sílabas pares hablamos de ritmo yámbico (oó) y si lo hace en las impares, hablamos de ritmo trocaico (óo).

c) Por el número de sílabas
Para medir el número de sílabas de un verso hay que tener en cuenta lo siguiente:
• En principio hay que considerar las sílabas fonéticas.
• Hay que estudiar el acento final del verso; si acaba en palabra aguda se considera una sílaba métrica más; si es esdrújula, una menos.
• Y aplicar distintos fenómenos métricos, conocidos como licencias poéticas  que son recursos  utilizados por el poeta para mantener el número de sílabas del verso y ajustarlos a una medida y rima determinada. 
EJ.
  

SINALEFA
DIERESIS
SINÉRESIS
CESURA
Es la unión de una sílaba de la vocal final de una palabra y la inicial de la palabra siguiente.  Esto ocurre cuando   una palabra acaba en vocal y la siguiente empieza por vocal o h muda se cuenta como una sola sílaba métrica.
Consiste en pronunciar un diptongo en dos tiempos y, por lo tanto,  se cuenta  una sílaba más.
Es el fenómeno contrario a la diéresis:  dos vocales en hiato se pronuncian en una sola sílaba;  es decir, se crea un diptongo con elementos que no lo formarían en la lengua habitual.

Es una pausa dentro del verso, cuando este tiene al menos 11 sílabas.  El verso queda dividido en dos partes llamadas hemistiquios  que se miden como si fueran versos independientes y teniendo en cuenta la última palabra de cada hemistiquio.  La cesura impide la sinalefa.
Ej.  Ca mi nan te, nohay  ca mi no …

Ej.  o – céa - no



 

La estrofa

Las estrofas son agrupaciones de versos; hablamos de estrofas isométricas si sus versos son de la misma medida y heterométricas, si contiene versos de distintas medidas. En general, representamos con letras mayúsculas la rima de los versos de arte mayor (ABC…) y con letras minúsculas las de los versos de arte menor (abc…).
La rima

Un fenómeno importante que relaciona unos versos con otros y los organiza en estrofas es la rima, si bien tampoco es imprescindible, especialmente en la poesía contemporánea. La rima se refiere a la igualdad fonética en los finales de palabra, generalmente a final de verso.
La rima puede aparecer como:
-          Rima total (consonante o perfecta): reiteración de fonemas a partir de la última sílaba acentuada.

-      Rima parcial (asonante o imperfecta): coincidencia de  sonidos vocálicos a partir de la última sílaba acentuada. 

• Según su disposición, la rima puede ser continua (aaaa…), gemela (aabb…), encadenada (abab…) o abrazada (abba…), como muestra el ejemplo...




La pausa

Una pausa es un silencio que se produce en determinados momentos de nuestra dicción. Marcamos las pausas gramaticales con los distintos signos de puntuación (coma, punto y coma, dos puntos, punto…). En el verso hay además otro tipo de pausas:

pausa versal, la que se produce naturalmente al final de cada verso.
pausa estrófica, la que se produce naturalmente al final de cada estrofa.
Pausa interna, la que se produce en el interior de un verso. Ésta pausa no es obligatoria y procura al
verso determinados efectos de realce y rítmicos.
La cesura es una pausa versal en el interior de un verso compuesto (de más de once sílabas) que lo divide en dos hemistiquios (de igual o diferente medida), impide la sinalefa y permite la aplicación de las reglas de acentuación estudiadas más arriba.
Si la pausa versal no coincide con la morfosintáctica se produce un encabalgamiento, que el poeta usa para conseguir determinados efectos expresivos como el de imprimir un ritmo distinto al verso. El encabalgamiento puede afectar a un verso completo, a un hemistiquio o a una o varias palabras; en cualquier caso, tienes que ver que el final del verso rompe una unidad morfosintáctica (a veces, hasta una palabra).

LA POESÍA HOY ...

Tras las vanguardias artísticas, los poetas han experimentado con la poesía  rompiendo, incluso, con el uso tradicional de las palabras en la hoja tal y como lo hizo Stéphane Mallarmé  en Un coup de dés ( Una  tirada de dados), publicada en 1897, dos años antes de su muerte.
Éste es el poema ...
Sin lugar a dudas, esta obra,  inauguró la poesía visual pues la configuración externa enriquece la experiencia poética.  Aparecen palabras sueltas, dispersas por el espacio blanco de un papel;  otras, están resaltadas en mayúsculas. Es un poema de palabras objeto, hecho para leer y para ver.
Hoy en día, artistas como MANUEL MILLÁN CASCALLÓ (Barcelona, España, 1954), crean obras donde hay que tener en cuenta las relaciones que se establecen entre dos lenguajes como mínimo: el icónico y el verbal, aunque también puede participar en su aspecto visual el lenguaje sonoro, el fonético, el lenguaje matemático, como ocurre en algunos de estos ejemplos de su obra ...
 




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