Las características del texto dramático son:
- No plantea una relación directa entre autor y receptor, no hay entre ellos intimidad, porque requiere la presencia del actor que sirve de intermediario.
- Se desarrolla en un espacio concreto que puede representar cualquier lugar imaginario o real, y durante un tiempo limitado. El texto da pie a un espectáculo, pues está pensado para ser representado y no para ser leído.
- Se entiende por espectáculo a un conjunto de personas y elementos que se ponen en contacto con un público en un espacio teatral. Esta característica no permite la posibilidad de hacer una repetición o relectura; cada espectáculo es único e irrepetible.
- La obra teatral no puede prescindir del público.
El género dramático requiere para su materialización:
- Un autor de la obra responsable del texto.
- El texto o guión.
- El director escénico que transforma la letra en vida escénica.
- Actores y actrices que ponen su cuerpo al servicio de seres ficticios: los personajes.
- Accesorios escénicos: decorados, luces, maquinaria, maquillaje, sonido .
- Público.
- Sala o escenario. El lugar donde se reúnen los espectadores y toda la nómina teatral.
En el género dramático hay que diferenciar dos tipos de texto:
- TEXTO PRINCIPAL: La estructura teatral traslada una conversación entre personajes, que intercambian sus papeles de emisor y receptor. En el texto se reconoce el parlamento de cada uno mediante la colocación de su nombre junto al mensaje que traslada. El diálogo es, pues, el recurso esencial del género dramático.
- y realiza una triple función:
- Función primaria: Crea y desarrolla la acción dramática.
- Función secundaria: Configura los personajes a través de palabras que reflejan su pensamiento.
- Función terciaria: Informa sobre el espacio y el tiempo.
- TEXTO SECUNDARIO: Recibe también el nombre de acotación. Contiene las indicaciones que el autor traslada a los actores y director de escena para orientar la representación. Ellas completan la configuración de los personajes y precisan el significado del diálogo, el espacio, el tiempo, el movimiento, el sonido y la luz.
La obra teatral, como cualquier otra narración, se construye con planteamiento, nudo y desenlace.
El texto se divide en actos, generalmente tres que coinciden con cada uno de los momentos narrativos, divididos en escenas, tiempo dramático comprendido entre la entrada o salida de la escena de un personaje.
El texto se compone diálogos y acotaciones. La función predominante es la apelativa: la historia y el argumento se desarrollan a través del diálogo entre los personajes. Desaparece el narrador y sólo aparecen los personajes que hablan entre sí, sin ninguna intermediación.
Las acotaciones son las indicaciones del autor, que no pronuncian los personajes, y aportan al lector, al actor o al director de escena información que sucede o que ha de interpretarse mientras, antes o después de que se pronuncien frases del diálogo.
El espacio escénico y los decorados trasladan al espectador a un lugar y momento concretos. En ellos hay signos visuales y auditivos.
Los personajes teatrales se pueden clasificar de la siguiente manera:
- SEGÚN SU IMPORTANCIA EN LA ACCIÓN:
- Principales (protagonista y antagonista) También propios de la narración.
- Secundarios (ayudantes y oponentes) También propios de la narración
- Figurantes. Sirven para crear ambiente y no intervienen en el drama a través de la palabra, sino solo de la acción.
- SEGÚN SU CARACTERIZACIÓN:
- Personajes redondos: Con profundidad psicológica.
- Personajes planos: Simples soportes de un rasgo o idea.
- Convencionales. Por ejemplo el marido celoso, el soldado fanfarrón, el criado holgazán… Encarnan rasgos fijos desde el nacimiento del teatro.
- Alegóricos: Surgidos en el teatro medieval y frecuentes en el moderno. Representan ideas abstractas o colectivos. Por ejemplo la muerte, la monarquía, la amistad, los celos, la sabiduría popular…
- Corales. Con origen en el teatro clásico griego, donde el protagonista dialogaba con el coro, que se encargaba de informar acerca de los hechos que no se ven en escena. Representan también la opinión de la sociedad sobre los personajes y la acción. Son aquellos que representan a colectividades y a sus opiniones en la escena.
Aunque el teatro se caracterice por el diálogo como forma de expresión entre los personajes, en su origen está el monólogo. No hay auténtico diálogo dramático hasta el Renacimiento. La forma estilística teatral fue el verso hasta bien entrado en siglo XVII. En la actualidad el texto teatral suele aparecer en prosa, imitando el habla de los grupos sociales que se desean representar.
ORIGEN DEL TEATRO
El hombre es un ser mimético, es decir, finge y copia para obtener un beneficio material o el placer de jugar. Por eso se disfraza, o imita ademanes, voces y actitudes de otros en fiestas o espectáculos. Hace teatro. Todas las liturgias religiosas también son representaciones dramáticas.
El teatro como género literario nace en occidente en Atenas, entre los siglos VI y V A. C., a partir de los ritos en honor al dios Dionisio (dios de la vendimia y del vino; de los excesos).
Generalmente, estas ceremonias primitivas consistieron en que una procesión de danzantes seguía un carro, recorriendo las calles con la estatua del dios. Estos jóvenes se proponen representar a los sátiros, compañeros de fiesta del dios, y se proponen alcanzar el éxtasis dionisiaco. Estas ceremonias evolucionarán hacia la representación teatral, momento en que cada una de las ciudades y colonias importantes, comenzará a contar con un teatro.
Aristóteles, impuso fuertes restricciones en la estructura de la acción, el espacio y el tiempo en el teatro. A esto se le denominó REGLA DE LAS TRES UNIDADES.
Tomado de: angarmegia.com/generodramatico.htm
RESUMIENDO
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