sábado, 29 de marzo de 2014

Homenaje a Horacio Quiroga







ACTIVIDAD

Lee detenidamente la leyenda de El árbol del Prado

 
Eran jóvenes, muy jóvenes. Allá por los años '30 o '40 se conocieron y se enamoraron entre los árboles del Prado, aún antes de saber que el suyo era un amor prohibido: sus familias pertenecían a clases sociales muy diferentes.   Él pertenecía a una clase social muy baja, pero ella era adinerada.  Cada vez fueron más frecuentes sus encuentros al amparo de la poesía viva del parque, y luego, del antiguo Hotel del Prado, escenario de aquella creciente pasión clandestina. No hizo falta mucho tiempo para que el amor de los adolescentes ganase espacio entre los chismes del barrio.

A pesar de ello, sus encuentros furtivos fueron haciéndose cada vez más frecuentes. Paseaban a la sombra de los árboles del arroyo Miguelete aún cristalino, bordeando luego los parques y las rosaledas del antiguo hotel del Prado. Fue creciendo así una pasión tan prohibida como inevitable y que jamás pudieron disimular.

Poco a poco, a medida que la relación se hacía más evidente, su presencia fue una mancha incómoda para una sociedad conservadora, encorsetada y llena de prejuicios. En el vecindario corrieron rumores sobre ambos, transformados luego en una serie de chistes maliciosos.  Muy pronto, el vecindario entero daba cuenta de su ternura transgresora al punto de que, una tarde de primavera, la joven pareja tuvo que reconocer que ya no podrían sostener más el vínculo que, para entonces, constituía ya el sentido de sus vidas.

Como resultado, los jóvenes sufrieron el escarnio público y una censura violenta por parte de sus padres:  la familia de la joven prohibió terminantemente que volvieran a verse, intentando generar en la pareja un sentimiento de culpa y una profunda vergüenza.

Un día de primavera, los jóvenes volvieron a verse por última vez en el Prado, cuando el sol caía y las sombras de los árboles jugaban con la vieja fachada del hotel. Sabían que el suyo era un vínculo que no podían mantener, y antes de perder para siempre la relación que había pasado a constituir el sentido último de sus vidas, decidieron acabar con su existencia. Se suicidaron juntos, al pie de uno de los tantos árboles, donde fueron hallados recién a la madrugada siguiente. El árbol - un ombú añejo  aún sigue en pie en esa zona del Prado, y aunque cuando despunta la mañana es imposible identificarlo, narran los vecinos que al caer la tarde, si uno se acerca lo suficiente, pueden escucharse los suspiros finales de los jóvenes amantes. Por las noches, algunas veces, aparece extrañamente iluminado y quien pasa por allí tiene la inquietante sensación de que alguien o algo lo observa, y que no es sólo el árbol lo que respira en esa zona mágica del Prado.




*  Ahora, es hora de trabajar.  En grupos de 3 - 4 personas, deben escribir un texto informativo cuyo tema sea este suicidio, en este lugar y con la información extraída de la leyenda.  Debe cumplir con el formato de toda noticia periodística, para lo que te recomiendo que tomes un diario actual como modelo.   

martes, 25 de marzo de 2014

¡ VAMOS A CREAR UN CUENTO LITERARIO !


 
      Recordemos la definición de cuento, como aquella narración corta en la que intervienen personajes,  que realizan acciones en un lugar y un tiempo determinado, y que estas historias son contadas por un narrador. Además, todo cuento debe tener un principio, un nudo y un fin.



    ¿Cómo construimos uno?


 
 Aquí van algunas frases para empezar:


Al principio...

Hace varios años vivía...

Había una vez una...

En un lugar muy lejano...

Al comienzo...

En un país lejano...

En tiempos antiguos…

Hace muchos años…

Vivía una vez…

Cuentan los que lo vieron que…

Frases para utilizar en el conflicto:

Imprevistamente...

Desde que yo recuerdo...

En un momento dado

De repente…

De pronto...

Inesperadamente...

Pero de repente...

Bruscamente...

Al poco tiempo las cosas cambiaron

Sin darse cuenta…
 

Frases para indicar desenlace o final

Finalmente...

Al fin...

Por fin...

Y así concluyó...

Así fue como...

Por último...


     Ten presente que en esta asignatura, en algún momento del año, utilizaremos algunas de estas técnicas para que cada uno de uds. desarrolle su potencial y/o mejore su producción textual a través de algunos ejercicios y juegos de creación literaria como los que se describen a continuación: 
  • Circuito: Cada alumno escribirá una frase en un papel que entregará a su compañero de la derecha. Contarán con un minuto para escribir una continuación con cada hoja que le pasen, y así hasta que la primera llegue de nuevo a sus manos. Después, cada uno tendrá cinco minutos para corregirla y darle un final adecuado.
  • Títulos: Se reparte una hoja con veinticinco títulos posibles para una historia. Cada niño o niña escogerá uno, a partir del cual debe describir a los personajes que aparecerán en la historia y el lugar de los hechos. A continuación, escribirá una breve historia en la cara de un folio con dichos elementos.
  • Acróstico. Se propone una frase que utilizarán como acróstico, usando cada una de las letras iniciales como principio de nuevas frases que conformen una historia con sentido.
  • Diálogos: Describir la conversación entre dos personas que se encuentran fortuitamente tras muchos años sin verse (eligiendo diferentes lugares para cada alumno). Una variante sería entre dos personas que acaban de conocerse.
  • Palabras feas: Cada alumno dirá tres palabras que no le gustan, que el coordinador irá anotando. Una vez hecho esto, se creará un cuento colectivo entre todos (cada cual creará una frase) en el que dichas palabras tendrán un valor positivo.
  • Diccionario: Con un diccionario a mano abierto al azar, cada integrante del grupo elegirá dos palabras desconocidas o raras. Se anotará cada una de ellas junto a su significado. Después, se creará una breve historia que incluya al menos seis de las palabras apuntadas entre todos, las cuales deben aparecer en un contexto comprensible.
  • Caja mágica: El responsable del grupo prepara una caja cerrada con palabras de todo tipo (nombres, verbos, adjetivos…) recortadas en papel en su interior. Cada alumno introducirá la mano y sacará cuatro con las que tendrá que escribir dos oraciones. Al final, se juntarán las ideadas por todos procurando crear un micro cuento con sentido.
  • Collage: Se usarán revistas o folletos publicitarios para recortar veinticinco palabras cada uno/a con las que crear un fragmento con significado.
  • Otro final: Los participantes escogerán su cuento clásico o popular favorito y tendrán que escribir un final alternativo al conocido por todos.
  • Viaje en el tiempo: El responsable preguntará a cada uno/a en qué época les hubiera gustado vivir y quién hubieran querido ser. A partir de lo cual, escribirán un breve relato que lo describa.  




ACTIVIDAD  I
 
Un cuento colectivo
 
 
    Es del interés de esta docente, fomentar la escritura creativa desde el comienzo del curso, pues es la forma de ampliar el vocabulario,           el conocimiento del idioma y de desarrollar el gusto por la lectura.    Además, cuando nos sentimos estimados, eso promueve la atención, la memoria, la comprensión, la creatividad, la concentración, la imaginación y el trabajo colectivo...

      Parte  de esta actividad,  requiere seguir el siguiente esquema, que solo es un posible modelo.  No tienen que apegarse a él si se les ocurren ideas mejores.

 
Erase una vez un/a______________ ( protagonista del cuento) que se llamaba ________

 
Era (describimos al protagonista del cuento y sus características)____________________

________________________________________________________________________

Entonces (intentos de solución del problema.)______________________________________________________________________

Vivía (Escenario en el que el cuento se desarrolla, describiendo el paisaje, edificios, lugares, tiempo, etc.)
 

Un día (problema o conflicto: lo que le pasa, por qué le pasa, a quien o quienes le pasa, como influye en ellos, que hacen después, etc.)

Finalmente,  ___________________________________________________________

 
Titulo del cuento  _______________________________________________________ 

ACTIVIDAD II
 
 
A partir de alguna de estas tirillas cómicas - solo una de ellas-, tú y otros 3 compañeros,   deberán realizar una producción textual, una narración que se vincule con lo que ocurre en ella.  
 

 

 
 
 
 Tomado de:  http://www.literaturasm.com/Como_iniciar_a_ninos_y_jovenes_en_la_escritura_creativa.HTML
 

 

 

 

miércoles, 19 de marzo de 2014

TRABAJO ESCRITO PARA LOS 3° AÑOS

   
     UN EJERCICIO PARA HACER EN GRUPO...
 
    Reúnanse en grupo y busquen una serie de 3 imágenes con sus fuentes correspondientes. Tengan en cuenta que pueden obtenerlas de internet y copiarlas en un documento de Word, pues en este formato deberás entregar el trabajo. 
    También pueden ser imágenes recortadas de una revista o del diario.  El mecanismo es el mismo.  Incluso, pueden escanearlas.
    No olviden hacer una carátula con los nombres de los integrantes del grupo, sin dibujos o imágenes, y numerar las hojas - exceptuando la carátula. 
    En la segunda hoja,  debes pegar esta consigna de trabajo, con su correspondiente subtítulo.  En la tercer hoja, se adjunta la secuencia de imágenes elegidas, numeradas de 1 a 3 y en un orden establecido de antemano por el grupo.  
   Observen la secuencia de fotografías e inventen una historia ficticia que respete las partes de todo texto narrativo:  inicio, desarrollo y desenlace. 
    Recuerden que dentro del inicio, se incluye la presentación de los personajes - a menos que el comienzo sea in media res-, el marco de la narración - espacio y tiempo-, así como la situación inicial de la historia. 
    En el desarrollo, deben incluir el conflicto o nudo, y aquel momento en que la tensión se incrementa y que llamamos clímax. 
    En lo que respecta al desenlace, puede ser abierto o cerrado, que le deje espacio al lector para pensar y que no esté todo elaborado o dicho. 
   Para poder respetar estas consignas, es preciso decidir muy bien el lugar que le asignarás a cada una de las imágenes.  
   Esta producción textual no debe llevarles más de 3 carillas de computadora tamaño A4.  La letra debe ser Times New Roman, tamaño 12, interlineado 1.15, con márgenes  justificados.   
    No olvides dejar sangría y  componer un párrafo para cada nueva idea a desarrollar.  Como es un trabajo domiciliario, se espera que NO existan errores ortográficos.  Cada computadora posee un corrector ortográfico;  úsenlo. 
   Todas las consultas se evacuan por este medio o a través del mail si.tvg@hotmail.com
 
    La fecha de entrega será acordada con cada grupo a la brevedad, pero seguramente será la evaluación prevista para el mes de ABRIL. 
 
Solo resta desearles mucha suerte ... y ¡a trabajar!
 
 
AQUÍ ESTAN LOS GRUPOS CONFORMADOS

3°A                                                                                                   fecha de entrega:  25/4/14

1)  Milena Bentancor          2) Oriana Reolón               3) Ignacio Medina
      Camila González              Julieta Dubrehil                  Ignacio Maya
      Mariana Ruiz                     Luciana Rodríguez
      Belén Rocha 

4)   Facundo Guillén                        5) Gerónimo Argón                 6)  Mathías Moreira
      Alejandro Duarte                           Emiliano Rodríguez                  Germán Clavero 
      Ignacio Etchegoinberry                 Gabriel Rodríguez                    Agustín Dufau
      Ignacio Santoro                             Federico Tomás                       J. M. Helguera

7) Valentina López                   8)  Micaela Delfino
     Martina Cabezas                      Victoria Barreiro
     Micaela Mussetti                      Fátima Guillén



3°B

1)  Martín Baraibar                     2)  Guzmán Porley                      3)  Camila Álvarez
     Agustín Campos                          Franco Machín                           Valentina Michelini
     Fernando Tomás                          Agustina Tubino                        Concepción Castaño
                                                          Valentina Fontona 

4)  Lizzie Gómez                        5)    Selena Giacoya                     6)   Facundo Bianchimano
     Belén Nahuar                                Yamila Méndez                           Franco Fernández
     Agustina García                            Natalia Vallejo                            Joan Silva
                                                                                                               Fabricio Silva


3° C

lunes, 17 de marzo de 2014

Una aproximación al tema de la MUERTE en literatura

   La muerte

    Este es, sin duda, el gran enigma de la existencia humana.  Algunos han dicho que es la entrada a un reino onírico desde que el hombre se calentaba a la luz de las hogueras en cuevas;  este ser primitivo no solo respetaba a los muertos, sino que se preocupaba por esa otra vida adjuntando diferentes objetos que aparecen con los esqueletos, para su uso y disfrute en el otro mundo.
    Por ello no sorprende que la Literatura universal deba a la muerte sus mejores, intensos y densos capítulos,  y que exista una copiosa literatura sobre el tema de la muerte.  Incluso, hay escritores que han tenido una relación verdaderamente intensa con la muerte en sus vidas.  El ejemplo más claro es H. Quiroga (1878-1937) autor estudiado en 3° año, quien es testigo del suicidio de su padre, el de su esposa,  el de sus hijos Rubén y Haide.  Por otra parte, él mismo manipulando un arma mató al Federico Ferrando.  Este contacto estrecho con la muerte, no solo marca su estilo narrativo, dado que la mayoría de sus  cuentos tratan sobre tan espeluznante compañera de viaje (especialmente compilados en Cuentos de Amor, de Locura y de Muerte;  pero también definió una decisión final y trágica:  suicidarse.
    El modo de entender la muerte ha variado en la literatura con las épocas.
En un articulo de la revista virtual  La Muerte en la Literatura - escrito por el 21 mayo de 2011 - Literatura, num2, Portada -,  se explicita que el Dios de la Edad Media es una potencia omnipresente que ha prometido reunir a todos los mortales en un juicio final donde no habrá diferencias. Todos los héroes mueren nombrando a Dios y confiando en la salvación, igual que los humildes mueren creyendo en la justicia divina. En las populares danzas de la muerte de la época (el hombre disfrazado de esqueleto que aún pervive hoy día) tiene un tema constante, que la guadaña iguala a los hombres. Da lo mismo Papa que campesino, noble que mendigo…

 Crónica de Nüremberg, Danza macabra
Puedes leer más del lugar de donde se obtuvo la imagen en el siguiente link:  http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/obras/4382.htm

    Por otro lado, los juglares cantaban las muertes valerosas y dignas de los caballeros y, la muerte por el amor u honor de una dama, era visto como la máxima aspiración de la vida de un enamorado. Aquí podemos abrir paréntesis y ver una nueva forma de ver la muerte en la literatura, la contraposición entre el Eros y el Thanatos, fuente de inspiración para la poesía, o el teatro, teniendo en cuenta a Shakespeare y su Romeo y Julieta, donde la muerte se alza victoriosa y logra lo que el amor no pudo en vida, unir a los amantes.

    En el Barroco, la muerte simplemente es dejar de sufrir. Y Quevedo uno de los grandes poetas que tiene a la muerte como referencia constante.  Tal y como se observa en la pintura de , - que puedes ver en
http://elzo-meridianos.blogspot.com/2008/12/vanitas-vanitatum-omnia-vanitas.HTML;  aquí, calaveras que representan la muerte, velas apagadas, huesos, libros e instrumentos de música, son todos placeres inútiles cuando llega la muerte.



     En el siglo XVIII la muerte se hace cotidiana, física, y aparece por primera vez un cadáver terrorífico, llega Walpole y la novela Gótica, Mary Shelley crea un personaje a costa de trozos de muertos.  Quizá este video aclare un poco el panorama: 
 
     Con el  Romanticismo, la mirada vuelve a cargarse de pasión dramática, de amistad, de liberalización, a veces buscada.  Para los naturalistas es un tema natural, las obras constarán de principio, desarrollo y final en exacto reflejo a la vida que nos observa. Son obras sin aspavientos, sin drama… pero no por ello insensibles. La muerte, cuando aparece, se adopta a la circunstancia relatada, si es un niño, es doloroso, si muere un ser pecador pero arrepentido, es benevolente…
    En poesía nos vamos a encontrar enormes ejemplos del temor que la muerte y el amor revuelven en las conciencias de los humanos:
César Vallejo (1892-1938): Defiende el mundo como penitencia donde la muerte se paga en cuotas en cada mal momento que toca experimentar y no hay ni un solo atisbo de salvación. 
Tenesse Williams (1811-1983) decía que los funerales son hermosos comparados con las muertes. Son silenciosos, pero las muertes no siempre lo son.
Gabriel García Márquez, nos relata la Crónica de una Muerte Anunciada y en Ojos de Perro Azul, se enfrenta con la presencia inevitable que es la muerte descubriéndola como gemela de nuestra vida cotidiana. Nacemos muriendo y viviendo morimos.
    En el Siglo XX con la pérdida de las Colonias y los conflictos bélicos (la I Guerra Mundial, la Guerra Civil Española, la II Guerra Mundial,…), los autores españoles se dolieron de la situación caótica que atravesaba el país y toda Europa, y clamaron desde sus obras: a veces desde la poesía, otras desde la prosa y el teatro. Los miembros de la Generación del 98 lamentaban la falta de recursos y la notoria falta de valores; los jóvenes del 27 sufrieron la Guerra Civil y toda la literatura reflejó estos acontecimientos.
Este es otro tema que está muy relacionado con la muerte, la guerra. España se sesgó en dos bandos cada cual entrando en la Historia de una manera y a clamor de sus actos. Nos encontramos con Cancioneros Resistencia y teatro de urgencia, aunque sobre todo, hubo dolor y horror que encontramos en las páginas tiznadas de la literatura de la postguerra (Literatura Social).
      A medida que España abre fronteras y mentes a Europa se dejan atrás como coqueta mujer el bolso, los tonos de angustia y se busca una nueva mirada. Aun así, no podemos decir, ni asegurar que no haya un solo escritor que no se pregunte por la Muerte, relacionándola con el Destino, con el paso de las horas, del tiempo inexorable, con las guerras pasadas y como final lógico de un nacimiento no decidido.
La gran diferencia que podemos encontrar es que en el siglo pasado, los muertos no eran lo más importante, la vida y la muerte gira en torno a quien queda vivo, a las situaciones, contextos y realidades que siguen produciéndose en la vida de los vivos, con descaro, con la poca vergüenza que tiene la vida de seguir avanzando cuando nuestra existencia se paró en el dolor de una desaparición. Y nos ayuda a entender como encajar la muerte de un ser querido, porque queramos o no, seguimos ciegos ante la posibilidad de nuestra propia muerte, no nos interesa saber cómo moriremos, nos interesa mentalizarnos de la muerte de los demás. De aceptarla.
      Y por aquí aparece de puntillas y casi sin hacer ruido, aunque su paso es como el de un huracán, Paulho Coelho, con la visión cambiada, poblada de ángeles protectores y libros que hablan de una «vida después de la vida».
     Marcuse, en Eros y civilización, dice algo muy cierto: El hombre aprende que en cualquier forma no puede durar, que todo placer es breve, que para todas las cosas finitas la hora de su nacimiento es la hora de su muerte y que no puede ser de otro modo.
      Una forma evolucionada de las Danzas de la Muerte, preparadas para unos tiempos en que somos demasiado impresionables por un tema que aunque hablado, teorizado y enseñado continua en lo oculto, en ese doblez de la memoria donde habita el monstruo que vive bajo la cama y nos hace ir dando saltos hasta ella para que no nos aferre el tobillo y nos arrastre a ese mundo de pelusas conocidas… seguro que sonríes recordando y seguro que la sonrisa se te congela cuando caes en tu propia mortalidad.
 Un documento como este,
es.tanatopedia.net/index.php/Literatura_y_muerte podrá aclararte muchas dudas al respecto. 

   Anabel Sáiz Ripoll, escribe un artículo titulado LA MUERTE EN LA LITERATURA que podrás leer en el siguiente enlace ...www.islabahia.com/arenaycal/2005/10octubre/anabel120.htm‎

 

    Las canciones  sobre este  tema  nacen ante la muerte de un ser querido; y es el dolor profundo que sienten por ello,  lo que convierten sus letras y acordes en piezas desgarradoras. Una de las canciones de rock más conocidas de la historia, escrita por Brian May para Freddie Mercury - integrante del grupo Queen, es Show must Go On.  Es preciso tener presente que el vocalista se encontraba en sus últimos días de vida por culpa del sida. 

Aquí está la letra de la canción en inglés y español

Empty spaces
what are we living for
Abandoned places
I guess we know the score
On and on,
does anybody know what we are looking for…
Another hero, another mindless crime
Behind the curtain, in the pantomime
Hold the line,
does anybody want to take it anymore
The show must go on,
The show must go on
Inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on.
Whatever happens, I’ll leave it all to chance
Another heartache, another failed romance
On and on,
does anybody know what we are living for?
I guess I’m learning, I must be warmer now
I’ll soon be turning, round the corner now
Outside the dawn is breaking
But inside in the dark I’m aching to be free
The show must go on
The show must go on
Inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on
My soul is painted
like the wings of butterflies
Fairytales of yesterday
will grow but never die
I can fly – my friends
The show must go on
The show must go on
I’ll face it with a grin
I’m never giving in
On – with the show -
I’ll top the bill, I’ll overkill
I have to find the will
to carry on
On with the -
On with the show -
The show must go on…
 
Lugares vacíos.
¿Para qué estamos viviendo?
Sitios abandonados.
Espero que nos sepamos la partitura.
Una y otra vez,
¿sabe alguién que es lo que estamos buscando?
Otro héroe, otro crimen inútil.
Tras la cortina, en la pantomima.
Mantén la línea. ¿Alguien quiere retomarlo?
El show debe continuar.
El show debe continuar.
Por dentro, mi corazón se está rompiendo.
Mi maquillaje puede que se esté desconchando.
Pero mi sonrisa permanece ahí.
Todo lo que ocurre, lo dejo en manos del azar.
Otro dolor en el corazón, otro romance fallido.
Una y otra vez,
¿sabe alguien para qué estamos viviendo?
Espero estar aprendiendo.
Debo permanecer caliente ahora.
Pronto volveré y doblaré la esquina.
Fuera, está amaneciendo,
pero dentro, en la oscuridad, sufro por ser libre.
El show debe continuar.
El show debe continuar.
Por dentro, mi corazón se está rompiendo.
Mi maquillaje puede que se esté desconchando.
Pero mi sonrisa permanece ahí.
Mi alma está pintada
como las alas de una mariposa.
Cuentos de hadas del pasado
crecerán pero nunca morirán.
Puedo volar, amigos míos.
El show debe continuar.
El show debe continuar.
Lo encararé con una sonrisa.
Nunca cederé.
Con el show.
Cubriré la cuenta, me excederé.
Tengo que encontrar la voluntad
para poder sobrellevarlo.
Con el show.
Con el show…
El show debe continuar…

Otro relato de Roald Dahl para hacer el cortometraje



El universo literario de Roald Dahl es uno de los más peculiares e inquietantes de la literatura anglosajona, no por su uso de la lengua -siempre deliciosamente coloquial y sencilla- sino por su inteligente forma de entender la realidad y de abordar la complejidad del mundo y las relaciones entre las personas, que quizá pueda parecer, en ocasiones, descarnada, pero que ofrece un plus de franqueza y, en cierto modo, de justicia. Desde el obsceno rencor de los que se odian a fuego lento hasta la ternura del niño incapaz de soportar el sufrimiento de un animal indefenso, las pasiones -ora bajas, ora sublimes- del ser humano aparecen reflejadas en unos relatos de obligada lectura para los amantes de la gran literatura, esa que procura un divertimento 'feroz' en el sentido más fino de la expresión. Imprescindible. 

http://www.canallector.com/21325/Cuentos_Completos#sthash.yK5qSk2K.dpuf


El deseo
 Roald Dahl

Bajo la palma de la mano, el niño notó la costra de una antigua cortadura que se había hecho en la rodilla. Se inclinó para observarla atentamente. Una costra siempre era algo fascinante; suponía un reto muy especial al que nunca podía resistirse.
Sí, pensó; me la voy a arrancar aunque todavía no esté punto, aunque esté pegada por el centro y me duela muchísimo. Se puso a hurgar cuidadosamente en los bordes con una uña. La metió por debajo y cuando levantó la costra un poquito, se desprendió toda entera, dura y marrón, limpiamente, dejando un circulito de piel suave y roja muy curioso.
Estupendo. Se frotó el círculo y no le dolió. Cogió la costra, se la puso en el muslo, le dio un golpecito que la hizo salir volando y aterrizar en el borde de la alfombra, aquella enorme alfombra roja, negra y amarilla que ocupaba todo el vestíbulo desde las escaleras en las que él estaba sentado hasta la lejana puerta. Era una alfombra gigantesca, más grande que la pista de tenis. Sí, mucho más grande. La contempló muy serio, posando los ojos en ella con cierto placer. Hasta entonces no se había dado cuenta, pero de repente le pareció que los colores cobraban un brillo misterioso y saltaban deslumbrantes hacia él.
Pero yo sé cómo funciona esto”, se dijo. “Las partes rojas de la alfombra son trozos de carbón encendido. Lo que tengo que hacer es cruzarla hasta la puerta sin pisarlos. Si piso el rojo, me quemaré. Me quemaré entero. Y las partes negras..., sí, las partes negras son serpientes, serpientes venenosas, sobre todo víboras y cobras, gordas como troncos de árbol, y si piso alguna me morderá y me moriré antes de la hora del té. Y si la atravieso sin que me pase nada, sin quemarme y sin que me muerdan, mañana, que es mi cumpleaños, me regalarán un perrito”.
Se levantó y subió unos peldaños de la escalera para tener una panorámica mejor de aquel enorme tapiz de color y muerte. ¿Podría hacerlo? ¿Habría suficiente amarillo? El amarillo era el único color que podía pisar. ¿Lo conseguiría? Aquel viaje no podía tomarse a la ligera: los riesgos eran demasiado grandes. Al mirar por encima de la barandilla, en la cara del niño —flequillo de un dorado casi blanco, enormes ojos azules y una barbilla pequeña y puntiaguda— se reflejaba la ansiedad. En algunos puntos escaseaba el amarillo y se abrían uno o dos vacíos enormes, pero parecía que llegaba hasta el otro extremo. Para una persona que ayer mismo había logrado recorrer el sendero enlosado que va desde los establos hasta el cenador sin pisar raya, aquella alfombra no tendría que ser demasiado difícil. Lo peor eran las serpientes. Sólo de pensar en ellas una leve corriente eléctrica le recorrió las piernas hasta la planta de los pies, como si fueran alfileres.
Bajó despacio las escaleras y llegó hasta el borde de la alfombra. Extendió un piececito enfundado en una sandalia y lo colocó con precaución en una mancha amarilla. Después levantó el otro pie; tenía el sitio justo para poner los dos juntos. ¡Muy bien! ¡Había empezado! En su resplandeciente rostro ovalado había una extraña expresión de concentración, y quizá estuviera un poco más pálido que antes. Llevaba los brazos separados del cuerpo para mantener el equilibrio. Dio otro paso, levantando mucho el pie por encima de una mancha negra, tanteando cuidadosamente con el dedo gordo para alcanzar un estrecho canal amarillo que había al otro lado. Una vez dado este segundo paso se detuvo para descansar; se quedó inmóvil, muy erguido. El estrecho canal amarillo ocupaba un trecho ininterrumpido de al menos cuatro metros y medio, y avanzó por él cautelosamente, poco a poco, como si caminara por la cuerda floja. En el punto en que el canal amarillo se deshacía en arabescos laterales tuvo que dar otra larga zancada, esta vez para evitar una zona negra y roja con un aspecto atroz. A mitad de camino empezó a tambalearse. Agitó los brazos desesperadamente, como un molino de viento, para mantener el equilibrio, logró llegar al otro extremo sano y salvo, y volvió a descansar. Estaba jadeante y en tensión, de puntillas, los brazos estirados a los lados del cuerpo y los puños apretados. Se encontraba a salvo, en una gran isla amarilla. Tenía mucho sitio, era imposible caerse, y se quedó allí tomando un respiro, dubitativo, a la espera, con el deseo de seguir para siempre en aquella isla amarilla de seguridad. Pero el temor a que no le regalasen el cachorro le empujó a seguir adelante.
Siguió avanzando paso a paso, bordeando las manchas, deteniéndose entre una y otra para decidir el lugar exacto en que debía poner el pie. En una ocasión pudo elegir entre continuar por la izquierda o por la derecha. Se decidió por la primera posibilidad porque, aunque parecía la más difícil, no había tanto negro. Era este color lo que le ponía nervioso. Lanzó una rápida ojeada por encima del hombro para ver lo que había avanzado. Había recorrido casi medio camino, y ya no podía volverse atrás. Había llegado a la mitad y no podía ni retroceder ni saltar a un lado porque se encontraba demasiado lejos; y al contemplar la gran mancha roja y negra que se extendía ante él experimentó una antigua sensación de miedo y mareo en el pecho, como aquella vez que se perdió en la parte más oscura del bosque de Piper, una tarde de la Pascua pasada.
Avanzó un paso más, colocando cuidadosamente el pie en el único trocito amarillo que tenía a su alcance, y en esta ocasión, la punta del pie quedó a un centímetro del negro. No lo pisaba, estaba seguro de que no lo pisaba, de que una estrecha franja amarilla separaba la punta de la sandalia de la mancha negra; pero la serpiente se agitó como si sintiera la proximidad del niño, levantó la cabeza y clavó en el pie sus ojos brillantes como cuentas de cristal, esperando el momento en que la tocara.
¡No te estoy pisando! ¡No me muerdas! ¡Sabes que no te estoy pisando!
Otra serpiente se deslizó sin ruido junto a la primera y levantó la cabeza; ya eran dos cabezas, dos pares de ojos que miraban el pie, que contemplaban un trocito desnudo de pie, justo por debajo de la tira de la sandalia, por donde se veía la piel. El niño se puso de puntillas y se quedó inmóvil, muerto de miedo. Pasaron unos minutos antes de que se atreviera a moverse.
El paso siguiente tendría que ser largo de verdad. Había un río negro, profundo y sinuoso que discurría de un extremo a otro de la alfombra en toda su anchura, y debido a esta circunstancia, el niño se veía obligado a atravesarlo por la parte más ancha. Al principio pensó en dar un salto, pero comprendió que no podía tener la seguridad de aterrizar exactamente en la estrecha franja amarilla del otro lado. Tomó una profunda bocanada de aire, levantó un pie y lo fue moviendo centímetro a centímetro, y después lo fue bajando poco a poco hasta que, finalmente, la punta de la sandalia quedó en el otro extremo, sana y salva, en el borde de la mancha amarilla. Se inclinó, pasando todo su peso al pie que estaba delante. A continuación intentó levantar también el pie de atrás. Estiró el cuerpo y dio una violenta sacudida, pero tenía las piernas demasiado separadas y no lo logró. Trató de volver hacia atrás. Tampoco pudo. Estaba totalmente despatarrado y literalmente clavado en el suelo. Miró hacia abajo y vio aquel profundo y sinuoso río negro debajo de él. En algunas zonas había empezado a agitarse; se deslizaba y retorcía, con un siniestro destello grasiento. El niño se tambaleó y agitó frenéticamente los brazos para mantener el equilibrio, pero sólo sirvió para empeorar las cosas. Se caía. Primero fue hacia la derecha, despacio al principio; después, cada vez más deprisa, hasta que en el último momento estiró instintivamente la mano para protegerse en la caída, y a continuación vio que su mano desnuda se hundía en una masa negra enorme y reluciente. Al tocarla soltó un penetrante grito de terror.

Allá lejos, detrás de la casa, la madre buscaba a su hijo a la luz del día.

EL TEXTO LITERARIO Y SU ESPECIFICIDAD

En esta tabla comparativa,  pueden observarse los DISTINTOS TIPOS DE TEXTO


¿Qué pasa con el texto literario?






sábado, 15 de marzo de 2014

Algo sobre Gabriel García Márquez

    

      En esta entrevista http://www.youtube.com/watch?v=npcSfoLvpEI , publicada el 4/03/2012,  el escritor nos abre el libro de su vida mágica;  explica cómo fue forjando su camino y creando su propio estilo literario, desde los primeros años de su vida.