lunes, 17 de marzo de 2014

Una aproximación al tema de la MUERTE en literatura

   La muerte

    Este es, sin duda, el gran enigma de la existencia humana.  Algunos han dicho que es la entrada a un reino onírico desde que el hombre se calentaba a la luz de las hogueras en cuevas;  este ser primitivo no solo respetaba a los muertos, sino que se preocupaba por esa otra vida adjuntando diferentes objetos que aparecen con los esqueletos, para su uso y disfrute en el otro mundo.
    Por ello no sorprende que la Literatura universal deba a la muerte sus mejores, intensos y densos capítulos,  y que exista una copiosa literatura sobre el tema de la muerte.  Incluso, hay escritores que han tenido una relación verdaderamente intensa con la muerte en sus vidas.  El ejemplo más claro es H. Quiroga (1878-1937) autor estudiado en 3° año, quien es testigo del suicidio de su padre, el de su esposa,  el de sus hijos Rubén y Haide.  Por otra parte, él mismo manipulando un arma mató al Federico Ferrando.  Este contacto estrecho con la muerte, no solo marca su estilo narrativo, dado que la mayoría de sus  cuentos tratan sobre tan espeluznante compañera de viaje (especialmente compilados en Cuentos de Amor, de Locura y de Muerte;  pero también definió una decisión final y trágica:  suicidarse.
    El modo de entender la muerte ha variado en la literatura con las épocas.
En un articulo de la revista virtual  La Muerte en la Literatura - escrito por el 21 mayo de 2011 - Literatura, num2, Portada -,  se explicita que el Dios de la Edad Media es una potencia omnipresente que ha prometido reunir a todos los mortales en un juicio final donde no habrá diferencias. Todos los héroes mueren nombrando a Dios y confiando en la salvación, igual que los humildes mueren creyendo en la justicia divina. En las populares danzas de la muerte de la época (el hombre disfrazado de esqueleto que aún pervive hoy día) tiene un tema constante, que la guadaña iguala a los hombres. Da lo mismo Papa que campesino, noble que mendigo…

 Crónica de Nüremberg, Danza macabra
Puedes leer más del lugar de donde se obtuvo la imagen en el siguiente link:  http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/obras/4382.htm

    Por otro lado, los juglares cantaban las muertes valerosas y dignas de los caballeros y, la muerte por el amor u honor de una dama, era visto como la máxima aspiración de la vida de un enamorado. Aquí podemos abrir paréntesis y ver una nueva forma de ver la muerte en la literatura, la contraposición entre el Eros y el Thanatos, fuente de inspiración para la poesía, o el teatro, teniendo en cuenta a Shakespeare y su Romeo y Julieta, donde la muerte se alza victoriosa y logra lo que el amor no pudo en vida, unir a los amantes.

    En el Barroco, la muerte simplemente es dejar de sufrir. Y Quevedo uno de los grandes poetas que tiene a la muerte como referencia constante.  Tal y como se observa en la pintura de , - que puedes ver en
http://elzo-meridianos.blogspot.com/2008/12/vanitas-vanitatum-omnia-vanitas.HTML;  aquí, calaveras que representan la muerte, velas apagadas, huesos, libros e instrumentos de música, son todos placeres inútiles cuando llega la muerte.



     En el siglo XVIII la muerte se hace cotidiana, física, y aparece por primera vez un cadáver terrorífico, llega Walpole y la novela Gótica, Mary Shelley crea un personaje a costa de trozos de muertos.  Quizá este video aclare un poco el panorama: 
 
     Con el  Romanticismo, la mirada vuelve a cargarse de pasión dramática, de amistad, de liberalización, a veces buscada.  Para los naturalistas es un tema natural, las obras constarán de principio, desarrollo y final en exacto reflejo a la vida que nos observa. Son obras sin aspavientos, sin drama… pero no por ello insensibles. La muerte, cuando aparece, se adopta a la circunstancia relatada, si es un niño, es doloroso, si muere un ser pecador pero arrepentido, es benevolente…
    En poesía nos vamos a encontrar enormes ejemplos del temor que la muerte y el amor revuelven en las conciencias de los humanos:
César Vallejo (1892-1938): Defiende el mundo como penitencia donde la muerte se paga en cuotas en cada mal momento que toca experimentar y no hay ni un solo atisbo de salvación. 
Tenesse Williams (1811-1983) decía que los funerales son hermosos comparados con las muertes. Son silenciosos, pero las muertes no siempre lo son.
Gabriel García Márquez, nos relata la Crónica de una Muerte Anunciada y en Ojos de Perro Azul, se enfrenta con la presencia inevitable que es la muerte descubriéndola como gemela de nuestra vida cotidiana. Nacemos muriendo y viviendo morimos.
    En el Siglo XX con la pérdida de las Colonias y los conflictos bélicos (la I Guerra Mundial, la Guerra Civil Española, la II Guerra Mundial,…), los autores españoles se dolieron de la situación caótica que atravesaba el país y toda Europa, y clamaron desde sus obras: a veces desde la poesía, otras desde la prosa y el teatro. Los miembros de la Generación del 98 lamentaban la falta de recursos y la notoria falta de valores; los jóvenes del 27 sufrieron la Guerra Civil y toda la literatura reflejó estos acontecimientos.
Este es otro tema que está muy relacionado con la muerte, la guerra. España se sesgó en dos bandos cada cual entrando en la Historia de una manera y a clamor de sus actos. Nos encontramos con Cancioneros Resistencia y teatro de urgencia, aunque sobre todo, hubo dolor y horror que encontramos en las páginas tiznadas de la literatura de la postguerra (Literatura Social).
      A medida que España abre fronteras y mentes a Europa se dejan atrás como coqueta mujer el bolso, los tonos de angustia y se busca una nueva mirada. Aun así, no podemos decir, ni asegurar que no haya un solo escritor que no se pregunte por la Muerte, relacionándola con el Destino, con el paso de las horas, del tiempo inexorable, con las guerras pasadas y como final lógico de un nacimiento no decidido.
La gran diferencia que podemos encontrar es que en el siglo pasado, los muertos no eran lo más importante, la vida y la muerte gira en torno a quien queda vivo, a las situaciones, contextos y realidades que siguen produciéndose en la vida de los vivos, con descaro, con la poca vergüenza que tiene la vida de seguir avanzando cuando nuestra existencia se paró en el dolor de una desaparición. Y nos ayuda a entender como encajar la muerte de un ser querido, porque queramos o no, seguimos ciegos ante la posibilidad de nuestra propia muerte, no nos interesa saber cómo moriremos, nos interesa mentalizarnos de la muerte de los demás. De aceptarla.
      Y por aquí aparece de puntillas y casi sin hacer ruido, aunque su paso es como el de un huracán, Paulho Coelho, con la visión cambiada, poblada de ángeles protectores y libros que hablan de una «vida después de la vida».
     Marcuse, en Eros y civilización, dice algo muy cierto: El hombre aprende que en cualquier forma no puede durar, que todo placer es breve, que para todas las cosas finitas la hora de su nacimiento es la hora de su muerte y que no puede ser de otro modo.
      Una forma evolucionada de las Danzas de la Muerte, preparadas para unos tiempos en que somos demasiado impresionables por un tema que aunque hablado, teorizado y enseñado continua en lo oculto, en ese doblez de la memoria donde habita el monstruo que vive bajo la cama y nos hace ir dando saltos hasta ella para que no nos aferre el tobillo y nos arrastre a ese mundo de pelusas conocidas… seguro que sonríes recordando y seguro que la sonrisa se te congela cuando caes en tu propia mortalidad.
 Un documento como este,
es.tanatopedia.net/index.php/Literatura_y_muerte podrá aclararte muchas dudas al respecto. 

   Anabel Sáiz Ripoll, escribe un artículo titulado LA MUERTE EN LA LITERATURA que podrás leer en el siguiente enlace ...www.islabahia.com/arenaycal/2005/10octubre/anabel120.htm‎

 

    Las canciones  sobre este  tema  nacen ante la muerte de un ser querido; y es el dolor profundo que sienten por ello,  lo que convierten sus letras y acordes en piezas desgarradoras. Una de las canciones de rock más conocidas de la historia, escrita por Brian May para Freddie Mercury - integrante del grupo Queen, es Show must Go On.  Es preciso tener presente que el vocalista se encontraba en sus últimos días de vida por culpa del sida. 

Aquí está la letra de la canción en inglés y español

Empty spaces
what are we living for
Abandoned places
I guess we know the score
On and on,
does anybody know what we are looking for…
Another hero, another mindless crime
Behind the curtain, in the pantomime
Hold the line,
does anybody want to take it anymore
The show must go on,
The show must go on
Inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on.
Whatever happens, I’ll leave it all to chance
Another heartache, another failed romance
On and on,
does anybody know what we are living for?
I guess I’m learning, I must be warmer now
I’ll soon be turning, round the corner now
Outside the dawn is breaking
But inside in the dark I’m aching to be free
The show must go on
The show must go on
Inside my heart is breaking
My make-up may be flaking
But my smile still stays on
My soul is painted
like the wings of butterflies
Fairytales of yesterday
will grow but never die
I can fly – my friends
The show must go on
The show must go on
I’ll face it with a grin
I’m never giving in
On – with the show -
I’ll top the bill, I’ll overkill
I have to find the will
to carry on
On with the -
On with the show -
The show must go on…
 
Lugares vacíos.
¿Para qué estamos viviendo?
Sitios abandonados.
Espero que nos sepamos la partitura.
Una y otra vez,
¿sabe alguién que es lo que estamos buscando?
Otro héroe, otro crimen inútil.
Tras la cortina, en la pantomima.
Mantén la línea. ¿Alguien quiere retomarlo?
El show debe continuar.
El show debe continuar.
Por dentro, mi corazón se está rompiendo.
Mi maquillaje puede que se esté desconchando.
Pero mi sonrisa permanece ahí.
Todo lo que ocurre, lo dejo en manos del azar.
Otro dolor en el corazón, otro romance fallido.
Una y otra vez,
¿sabe alguien para qué estamos viviendo?
Espero estar aprendiendo.
Debo permanecer caliente ahora.
Pronto volveré y doblaré la esquina.
Fuera, está amaneciendo,
pero dentro, en la oscuridad, sufro por ser libre.
El show debe continuar.
El show debe continuar.
Por dentro, mi corazón se está rompiendo.
Mi maquillaje puede que se esté desconchando.
Pero mi sonrisa permanece ahí.
Mi alma está pintada
como las alas de una mariposa.
Cuentos de hadas del pasado
crecerán pero nunca morirán.
Puedo volar, amigos míos.
El show debe continuar.
El show debe continuar.
Lo encararé con una sonrisa.
Nunca cederé.
Con el show.
Cubriré la cuenta, me excederé.
Tengo que encontrar la voluntad
para poder sobrellevarlo.
Con el show.
Con el show…
El show debe continuar…

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