sábado, 1 de marzo de 2014

Los temas en la obra de Horacio Quiroga y Decálogo del Perfecto cuentista

PRESENTACIÓN DE HORACIO QUIROGA COMO CUENTISTA
 
Horacio Quiroga fue un escritor uruguayo, integrante de la Generación del ´900, considerado el primer gran maestro del cuento corto latinoamericano.

Su obra continúa generando sorprendentes emociones para quien decide entregarse al misterio de esa temible ficción.
 
 
 
Los grandes temas de Quiroga
     
    En términos generales,  los grandes temas de la obra de Quiroga son:

a) La Muerte- En sus textos abundan los aspectos trágicos, patéticos, lúgubres y bizarros.  Muchos críticos de la obra quiroguiana han señalado esta característica como una consecuencia casi inevitable de la vida del autor.  Algunos señalan que éste es el único tema de su obra, con variantes como:   el hombre ante la muerte, las distintas maneras de morir y el miedo ante este acontecimiento.

b) La omnipotencia de los elementos naturales-  El tema de los elementos naturales tiene fuerte presencia en los relatos, pero para destacar la hostilidad del clima y el quehacer humano como la prolongación de la lucha del hombre, la experimentación y la transgresión de éste, acto que en la mayoría de los casos, culmina en la muerte.

c) La Selva - Quiroga fue el conquistador de la selva para la literatura, despojándola de todo "maniqueísmo y decorado cartón".   La zona de Misiones o Chaco que aparecen en los textos, son lugares  visualizables.  Si algo no tiene su selva es un nombre de lugar geográfico proveniente de la ficción, porque el paisaje es directamente conocido en su experiencia personal y viene muy bien para mostrar este es escenario de sicologías complicadas.  En la selva se encuentra algo más que un simple telón de fondo de luchas sociales experimentadas por la época en que vivió el autor.

e) El mundo invisible o el infinito no-verificable -  Quiroga es uno de los precursores de la literatura fantástica y de los fenómenos paranormales de la ciencia y la técnica.  El relato "El diablito colorado", es una muestra de ello en la medida que alterna la ternura del mundo inmediato de los niños, con la poesía y la fantasía propia de las leyendas de hadas.

f) El absurdo de lo real -  Se trata del absurdo cotidiano.

g) El humorismo -  Este humorismo es una forma de comprensión que no tiene nada que ver con la risa, pues no es "el de golpe y porrazo", sino el de situaciones a veces planteadas desde una imagen: el caballo de Juan Brown doblándose bajo su peso;  Orgaz arrastrando un lagarto por la cola, etc.  En los cuentos de Quiroga el tema del humor aparece muy relacionado con el del amor, muchas veces es la vía de acceso a una situación difícil.

h) Los animales -  Los Cuentos de la Selva, proponen un más alto ideal de convivencia entre los animales y el hombre, pues: "La gama ciega" es un canto a la solidaridad en esa imagen final del cazador esperando a la gamita para agasajarla; lo mismo que en La tortuga gigante, la felicidad depende de la bondad y de la salud del hombre.  Estos textos proclaman la convivencia pacífica, la simpatía por el más débil y la felicidad del trabajo en La abeja haragana.

i) La ciudad – Es un espacio que se opone a la naturaleza y que generalmente aparece bajo un signo negativo;   en ella todo es corrupción administrativa, inmoralidad absoluta en el ejercicio del poder.   Los grandes temas de Quiroga, como la locura, el amor y la poesía,  solo aparecen en los cuentos de ciudad.  A diferencia de lo que ocurre con el tema de la selva, en la obra de Quiroga la ciudad solo se adivina, es decir, no se palpita, no es más que calles como distancia inevitable, pues jamás aparece el placer de la ciudad o el orgullo citadino.  También es en la ciudad dónde la lucha heroica de los personajes contra el entorno se nota menos.  De ahí que sus argumentos ciudadanos sean reiterativos.

j) La locura-  La locura es un tema importante de los textos de Quiroga que casualmente solo aparece en su total dimensión en los relatos de ciudad. El narrador de Quiroga, acompaña los movimientos de la psiquis de los personajes que sufran alguna alteración síquica, como el único acaecer literario.  Lo peculiar es que dicha psiquis presenta, obviamente, signos notorios de anormalidad.  No obstante, es a partir de ella que se explica y justifica cualquier acción.

k) El Amor - Este tema pertenece casi en exclusividad a los relatos de ciudad, pues en la "esfera de la selva" no hay cuentos de amor, o en todo caso, las parejas van allí a disociarse, o se trata directamente de personajes viudos o solitarios. El amor aparece en los cuentos de Quiroga siempre regidos por los convencionalismos sociales, económicos o religiosos. Hay, en sus personajes, una cierta incapacidad para el amor puro.  En el amor de los personajes de Quiroga nunca hay alegría, pues no pueden jamás resolver la antinomia de idealización y concreción sexual, polos de la realidad erótica, en gran parte, por culpa de los prejuicios sociales.

 l) Las supersticiones - Los cuentos de Horacio Quiroga hablan a las claras de las supersticiones uruguayas y rioplatenses, que son parte de la gran tradición de las supersticiones americanas.


Leer más: http://www.monografias.com/trabajos36/horacio-quiroga/horacio-quiroga3.shtml#ixzz2uYIJMPce

DECÁLOGO DEL PERFECTO CUENTISTA


1. Cree en un maestro —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov— como en Dios mismo.

2. Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.

3. Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra
cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia.

4. Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a una novia, dándole todo tu corazón.

5. No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.

6. Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: «Desde el río soplaba el viento frío», no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.

7. No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él sólo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.

8. Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.

9. No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino.

10. No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.


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