La poesía
lírica no pretende relatar una historia sino que trata más bien de ser un
vehículo para la expresión de los sentimientos subjetivos del autor. En su
origen, la poesía lírica iba asociada al canto, es decir, tenía un
acompañamiento musical. En la actualidad, cuando hablamos de poesía nos
referimos a la poesía lírica, ya que la épica apenas tiene desarrollo. Los
poemas líricos son breves y suelen agruparse formando libros.
Aun cuando
todos los lectores reconocen sin dificultad el género poético, paradójicamente,
resulta difícil definir con precisión la poesía. Cada poeta parece tener una
idea distinta de lo que es su arte, y de hecho la reflexión sobre la poesía es
el tema de muchos poemas. Quizás esta aparente
falta de acuerdo tenga que ver con el carácter fuertemente subjetivo, personal,
de la expresión poética.
Normalmente
la poesía está escrita en verso y, por lo tanto, el ritmo y la musicalidad
tienen una especial relevancia. A partir del siglo XIX, aparece también el
poema en prosa, de modo que el verso deja de ser un rasgo definitorio. En
cualquier caso, en el poema los elementos que proporcionan un ritmo suelen ser
muy importantes. Además de ritmo, en las obras poéticas encontramos una gran
concentración de recursos expresivos, ya que la atención que el autor concede a
la forma es extrema.
La temática
de la poesía es también variada, pero suele predominar el mundo interior del
autor, sus sentimientos, su concepción del mundo. El amor, correspondido o
rechazado, el dolor ante la muerte, el sentimiento por el paso del tiempo, la
exaltación ante la belleza de la naturaleza son temas líricos universales.
Características
del lenguaje poético
Estamos
demasiado acostumbrados a identificar verso y lírica. No obstante, la
lírica como género literario se caracteriza por la expresión íntima del yo y no
por las formas utilizadas o la extensión de las mismas; es cierto que la
producción lírica que conocemos, en su mayor parte, aparece escrita en verso y
que sus composiciones no son de gran extensión, pero estas características no
son exclusivas. Podemos encontrar el verso usado en producciones
dramáticas (de hecho ése es su origen y en determinadas épocas ha sido un rasgo
distintivo del género) o en obras de tipo narrativo (la epopeya, por ejemplo).
Algo
similar ocurre con la extensión de las obras líricas. A menudo
percibimos las creaciones líricas como obritas de corta extensión (en
comparación con la narrativa o el teatro) con una gran concentración de artificios
retóricos y estructuras muy meditadas por sus autores, que representan una
perfecta simbiosis entre forma y contenido. Ello no quiere decir que en un
relato, por ejemplo, no podamos encontrar las mismas características.
También
puedes encontrar muchos artificios retóricos en el lenguaje publicitario, que
en esta ocasión pretende ser muy original para cumplir la función que se le
supone: atraer la atención del público, del receptor del mensaje, sobre el
producto.
Lírica y
verso
Desde
los orígenes del género las composiciones líricas se caracterizan por su ritmo;
de hecho el propio nombre lírica
proviene del término griego lira, instrumento musical con el que se acompañaban
las composiciones de ese tipo, cuyo contenido era de lo más variado y no
coincidía con lo que hoy conocemos por lírica.
La métrica será
la disciplina que se ocupe de estudio del verso, de la estrofa y del poema. El
poema es la realidad rítmica máxima, superior a la estrofa; la estrofa
constituye un periodo rítmico constituido por versos y el verso, es una palabra
o conjunto de ellas que se someten a medida o cadencia.
Al
verso se le reconocen efectos musicales. El ritmo hace referencia a una
especial ordenación de los elementos que constituyen la cadena hablada. Pero, mientras en la comunicación ordinaria
esos elementos se organizan de manera libre, asimétrica e irregular - y es lo
que conocemos como prosa-, en poesía, el verso se somete a determinada
estructuración.
Los
versos se clasifican de muy diversas maneras:
a) Por
el acento final. Según su terminación, sea ésta una palabra aguda, llana, esdrújula o sobresdrújula, recibirá distintas
denominaciones: oxítono, paroxítono o
proparoxítono.
b) Por
el ritmo acentual. El verso español tiene su acento estrófico en la
penúltima sílaba. Si los acentos tienden a recaer en las sílabas pares hablamos
de ritmo yámbico (oó) y si lo hace en las impares, hablamos de ritmo trocaico
(óo).
c) Por
el número de sílabas
Para medir
el número de sílabas de un verso hay que tener en cuenta lo siguiente:
• En
principio hay que considerar las sílabas fonéticas.
• Y aplicar
distintos fenómenos métricos, conocidos como licencias poéticas que son recursos utilizados por el poeta para mantener el
número de sílabas del verso y ajustarlos a una medida y rima determinada.
EJ.
SINALEFA
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DIERESIS
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SINÉRESIS
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CESURA
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Es la unión de una sílaba de
la vocal final de una palabra y la inicial de la palabra siguiente. Esto ocurre cuando una palabra acaba en vocal y la siguiente
empieza por vocal o h muda se cuenta como una sola sílaba métrica.
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Consiste en pronunciar un
diptongo en dos tiempos y, por lo tanto,
se cuenta una sílaba más.
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Es el fenómeno contrario a
la diéresis: dos vocales en hiato se
pronuncian en una sola sílaba; es
decir, se crea un diptongo con elementos que no lo formarían en la lengua
habitual.
|
Es una pausa dentro del
verso, cuando este tiene al menos 11 sílabas.
El verso queda dividido en dos partes llamadas hemistiquios que se miden como si fueran versos
independientes y teniendo en cuenta la última palabra de cada
hemistiquio. La cesura impide la
sinalefa.
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Ej. Ca mi
nan te, nohay ca mi no …
|
|
Ej. o –
céa - no
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La
estrofa
Las estrofas
son agrupaciones de versos; hablamos de estrofas isométricas si sus versos
son de la misma medida y heterométricas, si contiene versos de distintas
medidas. En general, representamos con letras mayúsculas la rima de los versos
de arte mayor (ABC…) y con letras minúsculas las de los versos de arte menor
(abc…).
La rima
Un fenómeno importante que relaciona unos versos con otros y los organiza
en estrofas es la rima, si bien tampoco es imprescindible, especialmente
en la poesía contemporánea. La rima se refiere a la igualdad fonética en los
finales de palabra, generalmente a final de verso.
La rima
puede aparecer como:
-
Rima total (consonante o perfecta):
reiteración de fonemas a partir de la última sílaba acentuada.
- Rima parcial (asonante o imperfecta):
coincidencia de sonidos vocálicos a
partir de la última sílaba acentuada.
•
Según su disposición, la rima puede ser continua (aaaa…), gemela
(aabb…), encadenada (abab…) o abrazada (abba…), como muestra el ejemplo...
La pausa
Una pausa es un silencio que se produce en determinados momentos de
nuestra dicción. Marcamos las pausas gramaticales con los distintos
signos de puntuación (coma, punto y coma, dos puntos, punto…). En el verso hay
además otro tipo de pausas:
• pausa
versal, la que se produce naturalmente al final de cada verso.
• pausa
estrófica, la que se produce naturalmente al final de cada estrofa.
• Pausa
interna, la que se produce en el interior de un verso. Ésta pausa no es
obligatoria y procura al
verso
determinados efectos de realce y rítmicos.
• La
cesura es una pausa versal en el interior de un verso compuesto (de más de
once sílabas) que lo divide en dos hemistiquios (de igual o diferente medida),
impide la sinalefa y permite la aplicación de las reglas de acentuación
estudiadas más arriba.
Si la pausa
versal no coincide con la morfosintáctica se produce un encabalgamiento,
que el poeta usa para conseguir determinados efectos expresivos como el de
imprimir un ritmo distinto al verso. El encabalgamiento puede afectar a un verso
completo, a un hemistiquio o a una o varias palabras; en cualquier caso, tienes
que ver que el final del verso rompe una unidad morfosintáctica (a veces, hasta
una palabra).
LA POESÍA HOY ...
Tras las vanguardias artísticas, los poetas han experimentado con la poesía rompiendo, incluso, con el uso tradicional de
las palabras en la hoja tal y como lo hizo Stéphane Mallarmé en Un coup de dés ( Una tirada de dados), publicada en 1897, dos años antes de su muerte.
Éste es el poema ...
Sin lugar a dudas, esta obra, inauguró la poesía
visual pues la configuración externa enriquece la experiencia poética. Aparecen palabras sueltas, dispersas por el
espacio blanco de un papel; otras, están
resaltadas en mayúsculas. Es un poema de palabras objeto, hecho para leer y para
ver.
Hoy en día, artistas como MANUEL
MILLÁN CASCALLÓ (Barcelona, España, 1954), crean obras donde hay que tener en
cuenta las relaciones que se establecen entre dos lenguajes como mínimo: el
icónico y el verbal, aunque también puede participar en su aspecto visual el
lenguaje sonoro, el fonético, el lenguaje matemático, como ocurre en algunos de estos ejemplos de su obra ...
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